El pueblo de San Gil, dedicado a los deportes extremos: rafting, tirolina, salto en bungee, parapente…

También, conocerás la historia de un pueblo valiente cuna de la tribu de Los Guane, la etnia que recibió a los conquistadores dando inicio al mestizaje.

San Gil te espera para mostrarte las bondades de su topografía a la cual bañan los ríos Fonce, Suárez y Mogoticos, y en la que abundan las cuevas, cascadas, senderos, balnearios y parques naturales en los cuales se viven aventuras extremas que no te debes perder.

Anímate a caminar por la ciudad entre calles empinadas para ir a la plaza principal o Parque de la Libertad. Allí se encuentra, a la sombra de ceibas centenarias, además de una hermosa fuente y la estatua alada del cacique Guanetá, la Catedral de La Santa Cruz. Esta construcción -erigida en el Siglo XVIII- en piedra rústica del color de la arena, es un templo monumental que vale la pena visitar para admirar el retablo del altar mayor y las capillas laterales. 

Heliconias, ceibas y musgos son algunas de las cerca de cien especies vegetales que refrescan el ambiente en el Parque Natural El Gallineral, en San Gil. Este espacio público de cuatro hectáreas es una especie de isla que forman dos brazos de la quebrada Curití antes de desembocar en el río Fonce.